Árboles

     Ya sea que se instalen recientemente o se reubiquen desde otro lugar del sitio, es importante asegurarse de que los árboles reciban suficiente agua después de plantarlos. Es raro que los sistemas de riego proporcionen agua adecuada para hidratar suficientemente todo el cepellón y el suelo cercano de un árbol recién plantado. La mejor manera para que el propietario promedio riegue sus árboles nuevos es dejar que la manguera corra lentamente sobre la zona de la raíz del árbol durante veinte minutos o más, dependiendo del tipo de suelo. Esto debe hacerse al menos una vez por semana en climas más fríos y húmedos y con mayor frecuencia durante períodos calurosos o secos. Se pueden suministrar bolsas de riego a pedido por un cargo adicional. Una vez que un árbol está bien establecido, rara vez necesita riego suplementario, excepto en circunstancias de sequía. Podar los árboles cuando son jóvenes asegurará un crecimiento adecuado cuando lleguen a la madurez. Nuestro equipo puede ayudar a recomendar las mejores prácticas para su paisaje.